Uki otoshi y Seoi nague

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Las artes marciales son la forma de vida del guerrero. Especialmente los
oficiales deberían practicar estas artes, y los soldados deben también
conocer esta forma de vida. En la actualidad no existen guerreros con
un cierto conocimiento de la vía de las artes marciales.
Antes de nada, pongamos un ejemplo sobre lo que es una forma de
vida. El budismo es una vía para ayudar a la gente; el confucianismo es
una vía para reformar la cultura. Para el médico, curar es una forma de
vida; un poeta enseña el arte de la poesía.

Otras personas se dedican a predecir el futuro, al tiro al arco o a otras
diversas artes o disciplinas. Las personas practican las vías a las que se
sienten inclinadas y desarrollan sus preferencias individuales. Pocas
personas son aficionadas a la vía marcial de la vida. Ante todo, la vía de
los guerreros significa familiaridad con las artes culturales y marciales.

Aunque sean torpes en ellas, los guerreros deben fortalecer
personalmente sus propias artes marciales tanto como puedan sus
propias circunstancias.

La gente piensa normalmente que todos los guerreros reflexionan sobre
el hecho de estar preparados para morir. En lo que se refiere a la vía de
la muerte, ésta no se limita a los guerreros. Los monjes mendicantes,
las mujeres, los campesinos, e incluso aquellos que pertenecen a las
clases que están por debajo de ellos, conocen su obligación, se
avergüenzan de descuidarla y se resignan a la muerte; en esto no hay
ninguna distinción. La vía marcial de vida practicada por los guerreros
se basa en superar a los demás en todo y en cualquier cosa. Ya sea
mediante la victoria en un duelo individual, o ganando una batalla frente
a varias personas, uno piensa en servir a los intereses de quien lo
emplea, en servir los propios intereses, en llegar a ser bien conocido y
en estar socialmente establecido. Todo ello es posible mediante el poder
de las artes marciales.

Sin embargo, habrá personas en el mundo que piensen que aunque uno
aprenda las artes marciales, no le servirán de nada cuando surja una
necesidad real. A este respecto, la verdadera ciencia de las artes
marciales significa practicarlas de tal forma que sean útiles en cualquier
ocasión, y enseñarlas de tal forma que sean útiles en todos los caminos.

"El libro de los Cinco Anillos"
Manuscrito de la Tierra.
Miyamoto Musashi.
1584-1645